Pues nada, que para estar así hay que ir al jardín de los pulpos.
Esta canción fue compuesta por Ringo Starr y me ha parecido curioso lo que he leido por ahí. En principio parece una canción para niños y no tan niños ( a mí me gusta) pero es mucho más.
Ringo, además de ser el Beatle más risueño, era también el más sensible, y en aquellos días en los que los Beatles ni se hablaban, él sufrió mucho. Un día le invitaron a dar una vuelta en barco; Ringo estuvo hablando con el capitán, que le contó cosas sobre las costumbres de los pulpos: le explicó que los pulpos recogían del fondo marino todo aquello que les gustaba: conchas, piedras… y se las llevaban a sus casas, como adornos de jardín. En esos momentos, a Ringo le pareció la historia más maravillosa que jamás hubiera oído, tanto que escribió esta canción:
Felíz domingo y ya nos vemos en el Octopus´s garden
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